Sin importar el tiempo que duran, nos marcan porque con ellos se vivieron experiencias únicas que dejan su huella. Cada una de nuestras ex parejas es diferente, porque su recuerdo implica vivencias, experiencias de vida que nos forjan como somos y nos ayudan a encontrarnos a nosotros mismos y a nuestros futuros amores.
En el momento de la ruptura, ambos miembros de la pareja deben elaborar y superar la pérdida; es el proceso que los psicólogos denominan: duelo. Si señores, no se elabora un duelo solo cuando se muere alguien, sino también cuando perdemos un amor, un trabajo, una carrera, etc. A lo largo de nuestra vida nos toca superar distintas pérdidas.
Si hablamos de ruptura de una pareja, es normal que el que fue abandonado trate de encontrar al otro, se reproche lo que no se hizo por la relación, se sienta tristeza por la soledad y por lo que hay que enfrentar a partir de ahora solos. El problema surge cuando el proceso de duelo se realiza ignorando la ruptura. En algunos casos se trata de mantener una conexión con el otro, siendo socios, confidentes, amigos e incluso amantes ocasionales y esto nuevamente la psicología lo denomina: amistad amorosa.
Dentro de las variadas distorsiones que se producen, aquí detectamos dos tipos( de los cuales surgen 1000 variedades) de ex:
Los ex amistosos:
Todos tenemos amigos que han pasado por una amistad con sus ex novios o ex novias. Detrás de la amistad con una ex pareja, puede estar el deseo oculto de revivir una relación que ya quedó en el pasado. Estas amistades son poco sinceras, ya que tienen detrás intereses ocultos, aunque puede que inconscientes. En algunos casos, se cae en la figura del “ser amigos con derechos”, es decir amantes sin derecho a replicar o reclamar nada sobre amor. Muchas veces lo único que logran es lastimarse más y estirar el desenlace final, que cuando llega por esos medios, puede ser peor. Hay miles de anécdotas entre hombres que utilizan a sus ex como sex toys para llamar un domingo a la noche o cuando su cita del día canceló.
Incluso, cuando se mantiene una amistad de forma sincera, es importante que ambos estén claros para que no se creen situaciones incomodas por confusiones de alguno de los dos. Así como las hay de hombres, también hay miles de anécdotas entre mujeres amigas de sus ex al que veían casi como un eunuco. El tema es cuando el eunuco en cuestión amaneció en su cama luego de una noche de alcohol
Los ex con radar:
También existen aquellos ex que parecen tener un radar de pareja. En cuanto uno pudo rehacer su vida amorosa y encontró otra pareja, aparece para ponernos en una disyuntiva. Puede que venga flameando la bandera de la amistad (y pasa a ser de los ex amistosos) o con el viejo discurso de que somos tan especiales, que jamás nos olvidaron.
Si estas pensando en dejarlo o te han dejado y atraviesas esta situación de duelo, puede venirte bien un tiempo de corte en la comunicación. Si lo que quieres es quitarlo de tu vida, al menos para pensar un tiempo con calma y decidir mejor, aquí te damos algunos tips para cortar con los medios de contacto, al menos por un tiempo:
• Eliminarlo del Messenger así como también de Facebook, Twitter, Fotolog y de cualquier red social donde pueda obtener información tuya y de tus actividades. No es nada simpático que te deje mensajes reprochándote sobre tus nuevas amistades.
• Borrar el número teléfono de tu celular. Todos somos proclives a esa llamada vergonzosa un martes a las 3 am luego de tomar varias copas con amigos.
• No contestar más sus mail y llamados. Tampoco hacerlo cuando se trata de personas cercanas a él que pretendan decirte lo mal que está y lo cerca que está de suicidarse si no le contestas el llamado. Si lo que necesitas es tiempo, de nada valen estos intentos de llamar tu atención.
• Rodearte de amigos y amigas tuyos. Si sigues visitando a tus ex suegros, es probable que pueden llevar y traer información de ambos que no es beneficioso para los dos aunque tengan buenas intenciones.
Igualmente recuerda, si la relación se termino o vuelve a comenzar es por algo. No existen las casualidades. En algunas relaciones las separaciones no son definitivas y en otras, más que necesarias, son imprescindibles
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