(:

viernes, 20 de agosto de 2010

Optimismo

Kepelsky: ¿Mal?
La Tana: Sí, ¿para qué te voy a mentir? Ando mal.
Kepelsky: ¿Y qué te anda pasando? A ver.
La Tana: Bueno, básicamente, me doy cuenta que tengo muchos problemas para vivir en sociedad.
Mary: ¿Por qué? ¿Qué te pasa?
La Tana: Y, bueno, no sé, porque me siento rodeada de mediocres, de gente falsa, de optimistas… Y me di cuenta especialmente esta última semana que yo detesto profunda y enérgicamente el optimismo. No sé, me parece un error el optimismo. Me parece una manera estupida de encarar la vida, no sé… Y aparte, vi, también observé que tengo muchísimos optimistas alrededor, entonces, esa sonrisa de medio pelo me saca, no lo puedo controlar.
Kepelsky: Bueno, para algunas personas el optimismo es una manera de lidiar…
La Tana: Sí, el optimismo básicamente es una manera de negar la realidad. Yo, el otro día, sin ir más lejos, me encontré con un amigo, que ahora pasó a ser ex amigo que me contó que chocó el auto. Que le quedó hecho percha. Estaba con un yeso del tobillo a la cadera y le digo: boludo que cagada lo que te pasó. No lo puedo creer. Y me dice: no, Tana, pero vos sabés que dentro de todo fue una desgracia con suerte. Yo, a mí me gustaría que alguno me explique cuál es el concepto de desgracia con suerte porque no entiendo cuál fue el componente de suerte que tuvo en todo esto.
Mary: Bueno, bueno, no te enojes tanto, quizás tu amigo necesitaba ver las cosas de una manera más positiva…
La Tana: Bueno, eso seguramente, pero, lo que yo digo, ¿por qué ver las cosas de una manera más positiva? Si este pobre diablo encima chocó el auto, ¿por qué, por lo menos, no tiene la oportunidad de decir la concha de la lora que suerte puta que estoy teniendo? Es lo mínimo que puede hacer. A mí, la queja no me molesta para nada, a mí, al contrario, me encanta la gente que se queja, me cae bien. Para mí abajo el optimismo.

           - No pudo ser más clara . 

 

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